Uno de los coches más icónicos durante décadas. En este cuadro para pared, vemos la fotografía de un Beetle azul o como se le conocía por aquí, un cucaracha, trasladándonos a las calles de una ciudad de tintes exóticos.
Una lámina decorativa con moldura de acabado roble, donde un vehículo vintage está aparcado en la acera frente a un colorido fondo y conforma un cuadro fotográfico resultón y con personalidad propia.
Los cuadros decorativos como el blue bug, funcionan muy bien en cualquier espacio, inclusive no es necesario que el azul sea el color dominante entre los elementos decorativos.