Algo que no pasa desapercibido cuando vemos esta silla es el equilibrio en la forma y tamaño. La silla Samar es una silla de comedor con forma de butaca, por lo que dispone de brazos.
A pesar de llevarlos, están a una altura pensada para que la silla pueda entrar debajo de la mayoría de las mesas de comedor del mercado. Lo primero que notarás al sentarte en esta silla es lo cómoda y confortable que es, tanto en la misma sentada, como cuando apoyamos la espalda. Una sensación que da su espuma junto al tejido de tacto suave. Y a eso añadimos dos detalles, como son los brazos donde reposamos y otro, el sistema giratorio, que nos permite estar en ligero movimiento y que es un elemento realmente a tener en cuenta.
El equilibrio en su diseño, donde ningún elemento destaque por encima de otro, hace que podamos utilizar esta silla en innumerables estilos de comedores. Desde comedores donde la mesa de comedor sea con una tapa de cristal, como con mesas donde la superficie este hecha con material porcelánico o inclusive, con madera. Y si el comedor lo permite, elegir estas mesas en rectangular de mayor tamaño lo que hará que la silla vista de una forma total toda la habitación. Otra utilidad de esta silla gracias a la función giratoria sería la de silla de escritorio.
Si dispones de una habitación como despacho o una zona de estudio o trabajo, puede ser el complemento perfecto ya que además de su comodidad absoluta tendrás una silla mucho más decorativa y elegante que las típicas sillas de ordenador o gamer. La versatilidad de esta silla hace que algunos clientes la utilicen en el dormitorio, como pequeña butaca o simplemente como una pieza de decorativa en cualquier rincón del salón. En cuanto a los acabados, se han utilizados tanto textil como piel sintética en el exterior.
La gama de colores en que se fabrica esta silla giratoria es bastante amplia, teniendo 6 colores diferentes, pensados tanto para diferentes estilos de decoración, apostando por tonos naturales o neutros gracias a los colores beige, gris claro y gris oscuro, como para aquellos que quieren tener una pieza que destaque o quieran dar una pincelada de color, con tonos más atrevidos, como son el mostaza, el azul o el rojo.